Eneas Espinoza Gallardo​

El abuso sexual ya es un crimen horroroso por sí mismo, atrapando a la víctima en una condena de silencio dictada por el perpetrador. No somos casos aislados, somos miles de víctimas. La creación de grupos de sobrevivientes organizados en cada país es una puerta real para conseguir justicia, verdad, reparación y no repetición de estos delitos contra los derechos humanos. Un coro de cientos de voces ahora en Perú que saludamos y celebramos como una acción concreta que cambia el destino de las víctimas en ese país.